En Slow Psicología te ayudamos a recuperar el equilibrio emocional que necesitas para enfrentar los desafíos de la vida.
Con herramientas sencillas y personalizadas, mejorarás la relación contigo misma y con tu entorno, ganando confianza y claridad en tu día a día.
La terapia individual es clave para mejorar tu bienestar emocional y calidad de vida.
En un espacio seguro y confidencial, te ayudamos a liberar las preocupaciones que has ido acumulando, ofreciéndote herramientas para encontrar tu paz mental.
Adaptamos el proceso terapéutico a tus necesidades específicas, con un enfoque humanista y relacional. Te ofrecemos un entorno confidencial y seguro para mejorar tu relación contigo misma y con los demás.
Te acompañamos en momentos clave como el embarazo, puerperio, perimenopausia y menopausia, brindándote recursos que te ayuden a vivir en armonía con tu esencia y a afrontar los desafíos desde una comprensión integral.
La terapia de pareja os ofrece un espacio neutral y seguro para mejorar la comunicación, fortalecer la empatía y encontrar un equilibrio entre las necesidades personales y de la relación. A través de este proceso, aprenderéis a manejar diferencias y reconstruir vuestra conexión emocional, cultivando una relación más sana y satisfactoria.
Os ayudamos a mejorar vuestra comunicación, facilitando un diálogo constructivo para expresar sentimientos y necesidades de manera efectiva. Trabajamos en resolver vuestros conflictos de manera respetuosa, identificando las causas subyacentes y fomentando la negociación y el compromiso.
A través de la terapia, promovemos una mayor conexión emocional, esencial para una relación sana y duradera. También os ayudamos a fijar metas y objetivos de convivencia, consolidando una relación fuerte y equilibrada.
Si la relación ha llegado a su fin, os ofrecemos apoyo para transitar la separación de manera respetuosa y armónica. Facilitamos el proceso de disolución del vínculo desde la aceptación y el respeto mutuo, asegurando un cierre en paz con el pasado y el presente individual.
Tanto la infancia como la adolescencia son etapas clave para construir una base sólida para la salud mental futura. La terapia no solo es un recurso para momentos de crisis, sino una medida proactiva que ayuda a tus hijos e hijas a entenderse y aceptarse sin temor a ser juzgados, promoviendo su bienestar integral.
En la adolescencia, la terapia ofrece un espacio seguro para explorar emociones, mejorar el autoconocimiento y desarrollar habilidades de afrontamiento. Problemas como la ansiedad, la depresión o la baja autoestima pueden ser abordados a través de la intervención temprana, minimizando riesgos como el abuso de sustancias o comportamientos de riesgo.
En la infancia, el trabajo terapéutico se centra tanto en los niños y niñas como en sus familias y adultos de referencia. Un enfoque basado en el apoyo familiar es fundamental para ayudar a los más pequeños a superar sus dificultades, en un entorno que respete y comprenda sus necesidades genuinas.
Nos adaptamos a tus necesidades, desde cualquier lugar en el que estés o en sesión presencial.
Con la misma profesionalidad, confidencialidad y tranquilidad.