Una de las palabras más escuchada en boca de las familias con hijos e hijas con altas capacidades intelectuales es «intensidad», ¿cómo podemos gestionarla?
Es común que las familias que acuden a consulta necesiten una guía sobre cómo afrontar, en su día a día, las manifestaciones emocionales intensas que expresan sus hijos e hijas, aun sin tener constatación de sus altas capacidades intelectuales.
De hecho, estas desregulaciones emocionales intensas son una gran pista sobre la que trabajar cuando se trata de identificar un peque con altas capacidades intelectuales, porque, si bien no es un rasgo necesario, sí sería un rasgo muy común entre la población con altas capacidades intelectuales. Si conocemos esta condición y somos capaces de abrazarla, estaremos más abiertos a aceptarla y actuar de manera armónica y responsiva.
En este artículo que escribí para AMACI, explico la base neurológica y cómo podemos abrazar esta singularidad para familiarizarnos con ella y poder actuar en consecuencia.
Como adultos al cargo, hemos de ser conscientes de la importancia de conocernos y saber cómo es nuestro mundo emocional interno, la gama de colores en nuestras emociones y el nombre por el que designamos cada una de ellas; de esta forma, podremos acompañar mejor a nuestros peques y ser ejemplo de aquello que queremos modelar.
Te recomiendo la lectura del artículo hasta el final y que llegues a los valiosos recursos que pueden ayudarnos con la incorporación de un rico y amplio repertorio emocional que nos ayude a conocernos mejor y a hablar de emociones con nuestros hijos e hijas.
Recuerda, si necesitas ayuda con este tema tan importante en crianza y acompañamiento respetuoso de tus peques, no dudes en acudir a un profesional formado y experimentado.
